viernes, 26 de junio de 2015

¿Has hablado con tu hij@ últimamente?



Antes de comenzar con esta entrada quiero que te hagas una pregunta y "te" respondas sinceramente. ¿Hablas con tu hij@?¿lo escuchas?. Son dos preguntas muy fáciles de responder y cuya respuesta condiciona notablemente la relación con los seres que más queremos, nuestros hij@s.

Si la respuesta es NO, lo que le sigue es PELIGRO. No exagero y te lo voy a explicar. 

Muchas veces escuchamos la típica frase "mi hijo no me cuenta las cosas", "con este niño no se puede hablar", "es imposible mantener una conversación con él/ella". Estas afirmaciones suelen acentuarse con la adolescencia, una etapa del desarrollo muy importante en nuestra vida. Para no llegar a ese punto hemos tenido que haber trabajado mucho la comunicación con nuestros hij@s.

Es importantísimo aprender a escuchar a nuestros hij@s desde edades muy tempranas, entender como se sienten, que noten que les estamos atendiendo y comprendiendo, ya que esta es la mejor manera de que ellos hagan lo mismo con nosotros.

El ritmo frenético de nuestro día a día hace que olvidemos pequeñas cosas que damos por realizadas, y en ocasiones está el hablar con nuestros hijos. Intenta establecer momentos concretos donde se fomente el dialogo con vuestr@s niñ@s. Os cuento como lo hago yo, por si os sirve de ejemplo. 

Siempre, siempre, siempre.....

- Les pregunto cómo les ha ido el día cuando vuelven de clase, y si sus contestaciones son escuetas voy pidiendo detalles.

- Cuando los veo pensativos, les pregunto en qué piensan.

- Les repito, casi a diario, qué siempre que lo necesiten su padre y yo estamos para escucharlos, y que nos lo pueden contar todo.

- Aprovecho momentos conjuntos para establecer conversaciones, como en las comidas o cenas.

- Y por la noche, hablamos de lo ha pasado durante el día, qué aspectos podríamos mejorar, qué es lo que nos ha gustado más....

Es importante que mientras los escuches utilices frases como...

  • "Sé lo que sientes".
  • "Te entiendo perfectamente"
  • "Me encanta que me cuentes las cosas"

Estos momentos de comunicación (y complicidad) son puntos interesantes para hacerles ver cosas que deben cambiar, o mostrarles otros puntos de vista. 

Si en el momento que tu hij@ quiere contarte algo y no lo puedes atender, explícaselo, no vale con "mamá está hablando" y punto. La respuesta más adecuada sería " espera un momentos, cuando termine de hablar te atiendo", claro está después hay que cumplirlo.

No se trata de atenderlos un momento, o preguntar por preguntar, se trata de escucharlos para ayudarlos, para hacerles sentir que son importantes e ir estableciendo una relación sólida con nuestros hijos e hijas.



Inténtalo, no tienes nada que perder y mucho que ganar.


viernes, 19 de junio de 2015

Hago lo que veo




Como ya os comenté en su momento, el árbol mágico concibe la educación de una forma muy especial. De igual forma que un árbol está en una constante interactuación con la naturaleza de la que se nutre, la educación de nuestros hijos se nutre, no sólo del aprendizaje del cole o de casa, si no también de nosotros mismos. 


Su educación está influenciada por como actuamos, como nos sentimos, como hablamos o como reaccionamos ante una situación.... es simplemente uno de los principales tipos de aprendizaje, es APRENDIZAJE POR OBSERVACIÓN.

Mis hijos, tus hijos, perciben nuestro estado de ánimo y ésto, créelo, les afecta, les condicionan y lo interiorizan. 

Por ese motivo, en este bolg también voy a intentar transmitiros pautas sobre cómo estar mejor con uno mismo y de esa manera poder afrontar la maravillosa tarea de educar y enseñar de una forma adecuada.

¿Cuántas veces les has gritado a tus hijos para que no griten?, y esto es sólo un ejemplo. Es tan sencillo como que los NIÑOS HACEN LO QUE VEN DE SUS PADRES.





Por eso:

  • Si quieres que tus hijos den las gracias, dalas tú primero. 
  • Si quieres que tus hijos lean, te tienen que ver leer a ti. 
  • Si quieres que tus hijos den los buenos días necesitan escuchártelo decir.

Inténtalo, no tienes nada que perder, pero sí mucho que ganar.








miércoles, 17 de junio de 2015

Vamos a trabajar la atención


Lo primero que debemos saber es precisamente qué es la atención y su importancia en el proceso de aprendizaje.

A grandes rasgo, la atención es la capacidad o habilidad de fijar nuestros sentidos en un estímulo durante un intervalo determinado de tiempo ignorando todos los demás. Esto, que para nosotros puede resultar sencillo (en teoría), a nuestros hijos les puede resultar tremendamente difícil, entre otras cosas porque nosotros pretendemos que su atención sea constante y lineal durante un gran intervalo de tiempo.

Esto es un tremendo error, y es que el tiempo de atención promedio de los niños según su edad es el siguiente:

  • · 1 a 2 años: 7 a 8 minutos.
  • · 2 a 3 años: hasta 10 minutos.
  • · 3 a 4 años: hasta 15 minutos.
  • · 4 a 5 años: hasta 20 minutos.
  • · 5 a 6 años: hasta 25 minutos.
  • · 6 a 8 años: hasta 30 minutos.
  • · 8 a 10 años: hasta 45 minutos.
  • ·10 a 12 años: hasta 55 minutos.
  • ·12 años en adelante: hasta 1 hora.
Como puedes ver, el desarrollo de la capacidad de atención es paralela a su crecimiento, con su desarrollo cognitivo y ese dato se nos olvida con frecuencia.

En la concentración, mantenemos la atención sobre un punto de interés y es por ello que sin concentración es prácticamente imposible aprender algo, sin concentración y sin atención el proceso de aprendizaje es muy difícil que se produzca.

CANTIDAD VS CALIDAD

En este tema, como en muchos otros, podemos caer en el erro de intentar sobreestimular a nuestros hijos con la idea equivocada de que “cuanto más, mejor”. Esto, en la mayoría de los casos consigue el efecto contrario en nuestros hijos, es decir, aburrimiento, falta de atención o tareas mal realizadas, y sobre todo FALTA DE PACIENCIA POR NUESTRA PARTE.

Debemos trabajar atendiendo a las siguientes pautas, por lo menos así lo voy a hacer yo con mis hijos:

Motivación: Presentar las actividades de forma lúdica y divertida como un juego, haciendo estas actividades deseable. Se trata de que trabajen casi sin que se den cuenta de ello. En ocasiones podemos jugar con ellos para que se motiven aún más, sin perder el objetivo que queremos conseguir con nuestra actividad.

Aprovechar sus intereses: Conocer sus intereses y preferencias para favorecer la concentración y la atención partiendo ellos.

Practicar dos o tres veces por semana y no más de 15 min. (no más de 1 ó 2 fichas o actividades). (Se puede realizar un ejercicio de, por ejemplo, 10-15 min. Máximo; después una pausa de 15 min. Donde el niño se divierta mucho – como recompensa-, y después volver a hacer otro ejercicio. Dependerá de cada niño, pero poco a poco se puede ir aumentando el tiempo de trabajo: 15 minutos – pausa – 15 minutos – pausa, etc.)

Y sobre todo:

Mantener en todo momento una actitud positiva y motivadora, mediante fichas de recompensa, premios, etc. Para así desarrollar su autoconfianza y autoestima. Creando un clima de confianza y cariño.

Adecúate, partiendo de unos mínimos, al ritmo de tu hijo.

Y, por favor, al igual que le vamos a transmitir este trabajo a nuestros hijos como un juego, tómatelo tú igual y DISFRUTA del proceso de aprendizaje y trabajo de tu hijo.


Seguro que estáis pensando, pero ¿con qué trabajamos?, ¿serán con materiales complicados? o ¿habrá que hacer un curso preparador? Ni mucho menos. La atención se trabaja de una forma muy sencilla a través de actividades como:

  • Copiar dibujos. Se trata de que la niña o el niño haga un dibujo tomando un modelo, así deberá concentrarse para hacerlo igual y atender a los detalles. 
  • Asociación visual como encontrar parejas. 
  • Realizar laberintos. 
  • Pintar mandalas. 
  • Diferencias entre imágenes. 
  • Descubrir objetos intrusos o elementos escondidos.

En el tema del trabajo de la atención y la concentración se trata de poca cantidad pero de mucha calidad.

Ahora, yo personalmente, estoy trabajando con mandalas. Esta actividad tiene como característica la posibilidad de :

1.- Aumentan la creatividad.

2.- Mejoran su caligrafía, sobre todo al escribir.

3.- Disfrutan el dibujar.

4.- Manejan los colores con propiedad utilizando poco a poco colores primarios, secundarios y terciarios.

5.- Se sienten orgullosos de su trabajo y les gusta “presumirlo”

6.- Aprenden a “criticar” sus propias obras.

7.- Repercuten en sus trabajos escolares buscando mejorar día con día.

8.- Analizan y compara sus trabajos para mejorarlos.



Os enseño los que hicimos ayer:













Por lo menos hay que intentarlo, no tenéis nada que perder pero sí mucho que ganar.

martes, 16 de junio de 2015

Trabajando la atención este verano

"Si es que este niño se distrae mucho", esta frase la hemos dicho unas cuantas veces a lo largo de todo el curso escolar. La falta de atención, la difícil tarea de concentrarse trae de cabeza a madres, hijos y profesores.

En los próximos días trabajaremos algunas técnicas sencillas para trabajar la atención este verano de una forma amena y lúdica.

Estas técnicas las trabajo yo con mis hijos, y parece que algunos resultados están dando, sólo os digo que preparéis folios y muchos colores.....


El árbol mágico

Muchos de vosotros me habéis preguntado el por qué del nombre de esta aventura y mi primera publicación quiero que gire sobre esa respuesta.

Un árbol es la esencia de la vida, sus raíces sostienen el terreno, nos aportan oxígeno y nos regalan escenas maravillosas. 

Si notas que un  árbol se está "torciendo" en su crecimiento es fácil conseguir que crezca erguido con un poquito de dedicación y trabajo. 

Un árbol es fortaleza y belleza. Su crecimiento es algo mágico. Cuando lo siembras es algo endeble, frágil y muy moldeable. Con nuestra constancia, cariño y paciencia esa "indefensión" se va convirtiendo en algo fuerte, robusto, capaz de dar vida... y todo esto ante nuestra mirada siempre miedosa a esa posibilidad de no estar haciéndolo bien.

Esto mismo ocurre con la educación de nuestros hijos e hijas.En ese proceso mágico que es su crecimiento y desarrollo como persona nuestra forma de actuar tiene mucho que decir. Es un proceso complejo para el que no nos preparan. Nadie nos da un manual de como educar bien o cómo actuar ante ciertas situaciones, y muchas veces lo agradeceríamos muchísimo.

Con este blog no quiero dar clases magistrales de educación, entre otras cosas porque yo tengo mucho que aprender, pero sí quiero dar algunas pinceladas generales, que en mi caso funcionan, sobre cómo actuar en ciertas situaciones.